Edgardo Bergna
Los hechos del pasado, en sí
mismos, situados en el contexto en el que se produjeron, y analizados rigurosamente,
apoyados en documentos validados en archivos confiables, describen
el “hecho histórico”. Suceso del que se tiene, más o menos certeza, pero del que
una vez escrito en la disciplina, se objetiva para que pueda ser transmitido con cierta certidumbre a las siguientes
generaciones.
Con todo, hay fechas que recuerdan
sucesos, sucesos que no caben totalmente en la escritura. Que pueden
permanecer allí un tiempo
más, o menos prolongado, pero que exigen una época que los inscriba. Los saque
fuera de la escritura y los inscriba en la época, en el espacio político y
cultural donde se despliegan los pueblos. Durante la última dictadura cívico-militar, por tomar un
ejemplo, el 25 de
Mayo era interpretado a pura marcha y tanque, mostrando
un espectáculo más amable a los
partidarios del virrey que a los partidarios de los revolucionarios de Mayo.
La reinterpretación del 25 de Mayo de 1810 en
su fase más revolucionaria (tomando
como punto de partida para éste caso el año1983) se da, sin duda, en lo que llamamos la
“década ganada”. El 25 de Mayo de 2003
Néstor Kirchner asume la presidencia dejando atrás veinte años de democracia donde
los mandatarios tenían como mandantes,
no al pueblo por el que habían accedido a sus cargos sino, a lo más concentrado
de la oligarquía nacional e internacional. También actuaban con mayor empatía hacia el virrey (el poder real) que hacia los revolucionarios (el pueblo).
En Mayo de
1810, un grupo de patriotas revolucionarios, obligaron al representante del rey
de España, virrey Baltasar hidalgo de Cisneros, a deponer su cargo. Durante una
semana, la “semana de Mayo” produjo
hechos como la abolición de la Junta Suprema Central, el 18 de Mayo, y, la
asunción de la Primera Junta, el 25. La
Revolución de Mayo fue un proceso que permitió la visualización de algo así como la “patria" o un Estado Argentino en ciernes.
En Mar del Plata, provincia de
Buenos Aires, un grupo de presidentes suramericanos encabezados por Néstor
Kirchner y Hugo Chávez, ponía fin a las pretensiones del imperio estadounidense
representado por el presidente George Bush. Le decíamos no al ALCA (área de
libre comercio americano) a uno de los mayores poderes fácticos, tanto en lo
económico como en lo militar. Fue en la IV
Cumbre Iberoamericana, corría el año
2005.
La proclama formal de la
Independencia vendría en 1816.
Pero como sucede con los acontecimientos de la semana de Mayo, a lo largo de la
historia, los argentinos, no siempre estuvimos a la altura de hombres como
Mariano Moreno, que con aires roussoneanos modeló la revolución que nos llevó a
ser soberanos e independientes. Pero con toda seguridad, esos fuegos, reviven y
se actualizan toda vez que, como ocurrió en Mar del Plata en 2005 un grupo de revolucionarios en nombre de sus
pueblos tuerzan el brazo de las potencias opresoras.
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