Edgardo Pablo Bergna
Para la mayoría de los argentinos,
marzo es el mes donde la memoria se vuelve acción, se realiza. Hace diez años,
cada 24 es un día de reflexión, pero no de interior, no de quedarse en casa.
Los 24 de marzo, cada vez más argentinos nos juntamos y aglutinamos en
torno de nuestra memoria. Tenemos la obligación de trabajar constantemente en
buscar la verdad, esclarecer y hacer justicia sobre los integrantes de la
dictadura cívico-militar, culpables de crímenes de lesa humanidad, y de imponer
condiciones sociales y económicas que siguieron segando vidas. Se ha avanzado
mucho en esa dirección.
Con todo, la memoria en estas
fechas se inclina hacia los desaparecidos, torturados, asesinados y apropiados;
es por ellos que marchamos, nos concentramos, escribimos, ocupamos este
espacio.
La dictadura cívico-militar
comenzó el 24 de marzo de 1976 y finalizó simbólicamente el 14 de Junio de 1982
con la derrota de las FFAA de la dictadura, en Puerto Argentino.
El 2 de abril, conmemoramos a los
caídos en la guerra que la dictadura cívico-militar entabló contra las
potencias imperialistas británicas y estadounidenses. Con la guerra de
Malvinas, la dictadura quiso tapar sus crímenes, lo hizo con métodos que ellos conocían muy bien: la tortura y el asesinato. Lo hizo con cadáveres de chicos, antes
convertidos en soldados de la noche a la mañana. Desarmados, desabrigados, mal
alimentados.
Videla y Galtieri, principio y
final de la tragedia. Horror de punta a punta. Imagen patética de un Cronos
vernáculo y castrense tragándose a una generación de jóvenes que aspiraban a un mundo un poco mas equitativo y
mas soberano. La guerra de Malvinas es la fase final de la dictadura, la
contiene y la supera falseando, haciéndola pasar por gesta histórica de unas
Fuerzas armadas por el poder económico corporativo con intereses muy
lejanos a los del pueblo contra quien descargaron toda su violencia.
Los héroes, los verdaderos héroes
de la guerra de Malvinas son los
soldados convencidos en defender la soberanía del pueblo al que pertenecen. Los que volvieron con la experiencia de haber
pisado el suelo húmedo, el suelo frío. Los que padecieron “pie de trinchera”,
los que dejaron sus piernas, los que no volvieron, los que dejaron su vida.
A ellos les pertenece la gloria.
A ellos, nuestro homenaje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario