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Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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lunes, 12 de marzo de 2018

El Mal existe

opinión. Agora...a diario 12/03/2018


Maximiliano Basilio Cladakis

El Mal existe. Y no se trata de un mal relativo, que se desprende de perspectivas, de diversos puntos de vista, de las distintas idiosincrasias culturales, no se trata del “mal” con minúsculas, sino del Mal con mayúsculas, del Mal, no relativo, sino absoluto. Ese Mal se realiza históricamente, acontece en las relaciones concretas entre los hombres, se despliega como proceso de deshumanización, como anulación y aniquilación de la humanidad.

Hanna Arendt hablaba del Mal Radical y daba como características de él la desubjetivación, el aniquilamiento de la singularidad y el ocultamiento de toda huella de la existencia personal. La vieja metafísica consideraba al Mal como lejanía del Bien. Hacer el mal, no era más que “no hacer el Bien”. Sin embargo, esta posición no es otra cosa que una simple consecuencia del optimismo filosófico. La experiencia histórica nos revela que el Mal excede al hecho de “no hacer el bien”, sino que es “un hacer el Mal”. Cómo señala el filósofo francés Paul Ricouer, se trata de un desafío tanto para la filosofía como para la teología, sin embargo, el hecho de que sea un desafío, quizá insuperable, ocultar la densidad del Mal, negarle su realidad efectivante, es, en parte, volvernos cómplices de él.

Hay épocas históricas que se encuentran marcadas por la impronta del Mal. Arendt lo veía en la Alemania Nazi. Ahora bien, el 24 de marzo de 1976 se dio inicio en la Argentina una época signada, también, por la impronta del Mal. Torturas, centros clandestinos de detención, violaciones, robos de bebes, desapariciones, cadáveres arrojados al Río de de la Plata: el Mal se hacía carne en cada uno de estos acontecimientos. La humanidad se deshacía entre las manos de represores, genocidas, políticos aliados con el régimen, hombres de negocios y medios de comunicación. La razón y todo optimismo se disolvían frente a la terrible presencia del Mal.

La experiencia del Mal se abrió como un abismo que revelaba la verdad de la tesis de Walter Benjamín acerca de la historia de la humanidad como un cúmulo catastrófico que amontona ruinas sobre ruinas. Toda ley, sea jurídica, sea política, sea moral, se desmoronaba frente a una especie de anarquismo invertido que se encontraba regido por un espíritu de muerte y de terror, donde niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres eran confinados a las no-humanidad, a la no-existencia.

Se están por cumplir cuarenta y dos años de esa fecha fatídica. Sin embargo, el Mal sigue existiendo. Presos políticos, un desaparecido (8aparecido, luego, muerto), un joven asesinado en una manifestación, un niño de once años muerto de un balazo en la cabeza. Como sociedad no nos hemos redimido, el Mal continúa perpetrándose en nuestras vidas.


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