Ágoraa diario la arena política

realidad en blanco y negro...

Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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jueves, 14 de enero de 2016

Unos días despues

opinión. Agora...a diario 14/01/2016


Leandro Pena
 



El día 10 de diciembre pasado asumió el ingeniero Mauricio Macri como presidente de nuestro país habiendo ganado las elecciones por el balotaje y con una diferencia de apenas casi el 2,6 %. Desde el primer día de su mandato se pudo ver que el tema de la autoridad no iba ser una cuestión de menor. Muestra de ello es que la justicia, con dimes y diretes, rozando la irracionalidad decidió que a las cero horas del día 10 finalizaba un mandato presidencial. Trascartón, y  tema de debate mediático  hasta el hartazgo, se habló de la entrega simbólica del “bastón de mando” al presidente. Salvo la decisión electoral-cuestión no menor- todo lo demás se encaminó en una serie de interrogantes que podrían poner la cuestión fuera de los límites de la cordura y aun de la legitimidad: ¿ A qué hora debía ser la asunción y  el horario era a las cero del día 10? ¿Debería empezar a las 23.12 para que justo a las cero el presidente Macri asuma? ¿Si lo hacia 10 minutos antes hubiera estado violando la decisión de la jueza? Y si hubiera sido más tarde la hasta entonces presidenta Cristina Kirchner ¿hubiera estado fuera de la ley? Podría ser que una Presidenta que ya no lo fuera porque pasó la hora estipulada por la justicia le entregará el mentado bastón (que parecía más importante que la jura) y los atributos al nuevo presidente. Debate más, debate menos, la anécdota es el símbolo, el punto de partida de un nuevo gobierno caracterizado por: gerenciar en vez de gobernar y delegar funciones del estado en vez de asumirlas.

Los gobiernos democráticos se ocupan por pensar, discutir y proponer temas que se encuentran en la agenda propia y que interesan a los ciudadanos y en ese caso se lleva el tema al parlamento lugar por excelencia para debates y discusiones muchas veces de un tenor importante. Vale recordar el acalorado debate de la conocida y recordada 125 en que el país no estaba ajeno a la cuestión y que, casualmente o no, un vicepresidente votó en contra de su propio gobierno que proponía la sanción de la ley ante un empate con el conocido voto “no positivo”. Nadie puede olvidar, los debates, las diatribas, las discusiones diarias, los pormenores de aquella época, sin embargo, y a pesar del costo político que el voto “no positivo” significó el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner se expuso a la discusión del problema, y puso en juego su capital electoral, no menor, por la convicción de una ley y respetar también las señales de su equipo económico y así mantener su postura frente a algo que consideraba fundamental como política de estado: proteger a los pequeños y medianos productores. Finalmente el desenlace lo conocemos todos y todos recordamos que el congreso existió, los diputados y senadores hablaron, la oposición y los medios casi en una unidad sustancial pregonaban sus ideas y un sinfín de cosas mas.

A un mes del comienzo de su gobierno, el Pro ha gobernado por decreto. No impulsó ni puso en debate ninguna ley. Por el contrario: Dispuso un nuevo orden mediante DNU, ninguno de ellos justificado bajo ningún tipo, incluso, bajo un silencio llamativo de la Corte Suprema, dio por concluido el AFSCA  y la ley de medios algo que el supremo tribunal avaló. Puso en jaque la dignidad de unos 12.000 trabajadores y como si todo esto fuera menor en el dia de la fecha “los militantes trabajadores del estado son -según el ministro de economía Prat Gay– otrora presidente del banco central en tiempos de Nestor Kirchner y mas cercano al radicalismo como al Frente Unen- la grasa del estado”. Vemos que no solo en las formas se trata de un modelo neoliberal de gerenciamiento sino también en el modo. No hubo preguntas a los trabajadores sobre su función y sus tareas y el proyecto laboral y menos una mirada sobre lo más importante de todo ciudadano: la revalorización del trabajo como un producto hecho por el hombre que lo gratifica y lo representa socialmente y mucho menos aun sobre quienes redunda el producto económico de su trabajo, es decir su salario.

Otro detalle no menor ha sido  la saga mediática sobre los detenidos prófugos del penal de Alvear. En la cual se han confundido: medidas de política de seguridad y prevención con salvaje de búsqueda de los malhechores al juzgar por la tv, mas importantes de la historia  en consonancia estos con la nunca probada ahora oposición; verdad con mentira, eran uno, dos o tres los detenidos, pareciera ser que los medios eran los que decían y el gobierno repetía, y una pálida imagen gubernamental de lo que significa gestionar, discutir, compatibilizar, dialogar. Muestra de esto último ha sido la paritaria de los estatales de la provincia que deambula sin cauce cierto o no y que, algo valorable, los gremios y la justica de la provincia, llamativo esto último también, le  han salido a responder a gobernadora en tiempo, forma y sobre todo a la altura de las circunstancias.

En este sentido el gobierno de Mauricio Macri se rige por la ley del ajuste, el paradigma es empresarial, rige la ley de mercado por encima de las leyes que buscan y respetan la dignidad de las personas. Por otra parte, fluctúa y deambula legalmente con un caballito de batalla de emergencias: seguridad, estadísticas, educación olvidando de este modo que la constitución y los principios que la rigen y que hacen mella sobre su figura irán por el mismo camino. Los decretos establecidos, suelen sonar a un rebenque que  pareciera marcar que nada en estos últimos doce años ha sido bueno: ni la economía, ni la educación, ni la política en torno a la regulación mediática y muchos menos las políticas laborales de empleo público.

Si de entrega de bastón de mando se trata vale recordar que un  bastón no es para golpear y acomodar a los golpes. Ciertamente es un símbolo, lo suele ser el rebenque, u otro tipo de cuasi arma. No es un dato menor, menos si alguien bajo unos slogans como “ En todo estas vos” “ Los queremos” “ Los amamos” presente como contrapartida el viejo slogans que hay que “pegar” los primeros golpes de gestión durante los primeros días para marcar autoridad. Bien vale recordar que los golpes suelen lastimar, que más prima la irracionalidad que la cordura y la sensatez y que por sobre todo lo que hay antes de un golpe, antes del sacudón social, moral, económico y en definitiva político son: trabajadores, madres, padres, hombres y mujeres , hijos, hijas y hasta porque no abuelos, con muchos proyectos,  que dan de comer y sostienen un hogar  y que no son nada mas ni nada mas que ciudadanos de nuestro país. Será importante que quienes no compartimos estas decisiones bajo ningún aspecto sepamos que nuestra voz tiene peso propio, que la plaza del 9 de diciembre donde se coreó: “ A volver, a volver, vamos a volver” necesita de ideas, fortalecimiento de la misma en una posibilidad única e inédita de ser una oposición con proyectos habiendo aprendido de errores varios quizás, pero nunca intentando avasallar los derechos de los mas humildes y mucho menos poniendo en juego la dignidad de los trabajadores.

Bien vale quizás recordar aquella frase del joven Marx con  apenas unos 24 años y  con el fin de pregonar sus ideas comenzó a escribir un artículo denominado: Debates para la liberta de prensa en un pequeño periódico llamado Rheinishce  Zeitung  y que dice así : “ Es cierto que el escritor debe ganarse la vida para poder existir y escribir, pero no debería existir y escribir para ganarse la vida…La primera libertad de la prensa consiste en estar libre del comercio”. Sobre todo en momentos actuales donde la economía y el modo de dirigencia gubernamental está en consonancia con la publicación y la imagen achicada y recortada limitando la posibilidad de ver, examinar y también debatir con mayor amplitud, las causas, las razones y los modos de una gestión convirtiendo la libertad de expresión en un modo mayoritario y casi único de asumir la perspectiva como vigente.

 

 

 

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