Ágoraa diario la arena política

realidad en blanco y negro...

Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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lunes, 27 de febrero de 2012

La invención del kaometro

opinión. Agora...a diario dia/mes/año




El prestigioso Instituto de Investigaciones Sociopolíticas “Washington Patronio” incansable a la hora de diseñar herramientas cuantitativas para la elucidación de problemáticas sociales y políticas nos acerca un instrumento que según sus creadores permitiría medir “fina o fielmente” el nivel de adhesión ciudadano a las políticas llevadas adelante por el gobierno nacional. El kaometro, de eso se trata, mediría con exactitud el nivel de acercamiento y tolerancia de los ciudadanos “de a pie” a los aciertos y desaciertos gubernamentales o su nivel de distanciamiento. Según el polítólogo y sociólogo Milton Pereyra, principal ponente a la hora de presentar el instrumento, la herramienta se basa en sólidos aportes epistemológicos y en especial metodológicos, en la más estricta racionalidad y en los criterios científicos más probados sin dejar nada librado al “azar”. El kaometro distribuye la ciudadanía en seis categorías (ver a continuación)  según donde está parado cada individuo en lo que se refiere a la cercanía o lejanía al modelo. “Suponemos que la gente toma decisiones todo el tiempo y lo hace evaluando costos y beneficios” dijo Pereyra y agregó “por eso cada ciudadano debería tener su propio kaometro incorporado, pudiendo sacar eventualmente cada tanto una resultante de las fluctuaciones registradas en el día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo”. Basta con responder a dos o tres cuestiones para saber donde se haya cada soberano. Al finalizar su ponencia, el politólogo y sociólogo enfatizó “se trata de una excelente manera de construir la decisión política a la hora de enfrentarse a las urnas o a la hora de debatir ciertas problemáticas, de lo que se trata es de avanzar en la propuesta para que cada ciudadano tenga su kaometro”.

Categoría 1: megaultrak (dogmatico, fundamentalista, fanático, sigue ciegamente cada acción y principalmente dicción de los funcionarios)

Categoría2: ultrak (defensor comprometido de la causa fagocitador acrítico de sapos y negociados)

Categoría 3: k (tipo comprometido pero crítico, quiere ir a más, sabe que se necesitan estrategias y tiempo pero no claudica a la hora de realizar los cambios estructurales para transformar lo dado)

Categoría 4: adversario (tipo dispuesto a reconocer logros k pero que no quiere quedar pegado, por eso propone desde otro lugar y eventualmente sufre el ninguneo, la soledad y la angustia de no resolver nunca una situación que lo lleva al diván preguntándose si no sería mejor jugarse y enrolarse en las filas k)

Categoría 5: opok (se opone a todo lo que haga el gobierno sin aportar nada o no cree en la política y no se compromete con nada)

Categoría 6: Cipayo, vende patria, oportunista, mercenario de la política. (En ocasiones de se transviste y aparece como opok)

Nota: la enfurecidas voces de intelectuales de distinto pelaje no se hicieron esperar. Muchos critican la herramienta por desafortunada y por tener poco sustento teórico. Sin embargo, ningún intelectual de ningún campo del saber se percató de la lógica que subyace aquí. Una racionalidad instrumental, una concepción del saber y del sujeto de cuneo cartesiano, un cientificismo profundo, la idea de que las ciencias sociales se pueden abstraer de las problemáticas y evaluar lo social a la distancia, la idea de que la política se hace en la noósfera, la idea de que cada sujeto toma decisiones “racionales”, la idea de que se puede medir eso que se llama política y que en realidad no es otra cosa que la negación del debate y la construcción de nuevos significados.





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