Ágoraa diario la arena política

realidad en blanco y negro...

Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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jueves, 30 de diciembre de 2010

El Imperio tiene miedo.

opinión. Agora...a diario 30/12/2010




C.J.Bianchi


Saben porque son estudiosos, que a lo largo de los siglos todos
los imperios resultaron vencidos.

Algunos fueron superados y destruidos por ejércitos voraces y 
superiores, otros imperios sufrieron en cambio sus luchas intestinas, 
sus ansias excesivas y generaron su propia decadencia moral y material.

Pero todos terminaron mal. Hoy son hermosos lugares turísticos poblados
de ruinas que muestran su antiguo poderío. Es agradable visitarlos, es 
como visitar el tiempo que fue, y emocionarse, comprar alguna artesanía, 
caminar sus museos y sacar fotos que testifiquen nuestra presencia en
el lugar.

El imperio sabe que ahora ellos, están primeros en la lista de los que deben desaparecer, a menos que 
dejen de ser Imperio claro está, pero esta dote de humildad no la tolera su soberbia.

El país enemigo que pueda devorarlo aún no aparece, pero al menor indicio se lo invade y se lo somete,
los daños colaterales que puedan provocar sus arremetidas en las poblaciones civiles constituyen un daño
menor, frente al pánico de tener que desaparecer.

Mientras tanto almacenan bombas nucleares, espía los cielos con sus aéreos no tripulados, y pasean sus 
portaaviones de 98000 toneladas por el mar amarillo, por el mar arábigo o por donde haga falta disuadir 
a sospechosos.

Sus 800 bases militares esparcidas por el planeta, controlan y alertan sobre cualquier manifestación
antinorteamericana, y sus desmanes no son punibles por la justicia de los países en los que se instalan.

Sus cuantiosas agencias de información están atentas a todo mails que aparezca por Internet, envíos para 
cumpleaños, pésames, todo puede representar una terrible amenaza a su seguridad nacional.

Varios países, en realidad estados asociados, confían su seguridad nacional, su crecimiento y la provisión y
el adiestramiento de sus fuerzas armadas a la prodigalidad imperial. Ellos deben estar siempre listos para defender la subsistencia de la democracia norteamericana.

La OTAN, que en los finales de la segunda guerra mundial, fue creada por el imperio para defender a 
Europa y a ellos mismos, del supuesto peligro que entrañaba la URSS, hoy debe cambiar de enemigo ya
que la URSS dejo de ser, y 
Rusia es ahora un socio más, por lo que habrá que darle un nuevo sentido a la enorme y costosa parafernalia
militar, y 
han inventado entonces un nuevo enemigo (que proviene del Islam) del que se defenderán a través de
la creación de un enorme escudo antimisilístico, y es así, si el “Otro” no existe, hay que inventarlo.

Los países del primer mundo, que poseen armas nucleares, también tienen miedo, y entonces pactan 
con el imperio en base a un temeroso respeto mutuo, que les permita seguir haciendo buenos negocios y 
continuar sometiendo las pocas colonias que les restan. En realidad no son amigos ni enemigos, simplemente
duermen con un ojo abierto para controlar cualquier posible cambio de actitudes en el otro.

Luego están los países pequeños, no suelen ser tenidos en cuenta por el imperio, a menos que sus pueblos democráticamente elijan políticos progresistas, que pongan límites a los negociados de sus multinacionales 
e impulse ideas como: una distribución más equitativa de las riquezas, bajar la pobreza, la desocupación, 
la desnutrición infantil, activar las obras públicas, las industrias nacionales, eliminar el sometimiento al 
FMI pagando la deuda externa, subiendo el PBI y en fin otras tantas medidas que despierten en 
el imperio el fantasma del retorno del comunismo.

Los embajadores del imperio en estos países, tienen la función de espiar, de reunirse con la oposición 
desestabilizadora y apoyar, si fuera necesario, golpes de estado.

En algunos de estos países el embajador imperial suele oficiar lisa y llanamente, de virrey.

Yo pertenezco a uno de esos pequeños países sur y centro americanos, cuyos gobernantes, y la mayoría de 
sus pueblos acarician la idea de la integración latinoamericana, y la de independizarse de los arrogantes
manejos imperiales.

Deberemos tener mucho cuidado, seguir creciendo juntos, sí, pero sin molestar demasiado a los marines 
que como se sabe, son de pocas pulgas, y están siempre dispuestos a viajar para “poner orden” a cualquier
rincón del planeta.

Recuerdo y viene a cuento, una frase que corresponde al padre de la antipsiquiatría, David Cooper, 
cuando se refería a los riesgos que entraña la búsqueda de una libertad comprometida, en un medio
social dispuesto a sancionar y reprimir  todo intento de cambio, la frase –y la dedico a los hermanos 
latinoamericanos- es: “Hay que ser loco con discreción”

Este escrito, preocupante, simplemente narra los hechos que ocurrieron y siguen ocurriendo hace
más o menos 200 años.


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