Ágoraa diario la arena política

realidad en blanco y negro...

Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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lunes, 8 de mayo de 2017

El miércoles 10 de mayo, los pañuelos en la Plaza

opinión. Agora...a diario 08/05/2017




  Edgardo Pablo Bergna.

Soy grande de una adultez, que en mi generación, significa durar a partir del fin de la dictadura cívico-clerical-militar. No tengo dudas, es absolutamente así: duré... no fui capaz de vivir para evitar la presente destrucción de derechos conseguidos que creía intangibles, y soy responsable ante el mundo y ante todos.

Creí desde siempre que este gobierno gerenciado por Mauricio Macri, capataz de empresas comerciales, iba a implantar modelos neoliberales, de derechas, iba a tratar con desprecio a la política, a gremios y trabajadores y, sabía también, del desempleo, del aumento de la pobreza, de la tendencia a humillar a la educación, a la técnica, a la ciencia. Veía a un hombre, pequeño de la peor pequeñez, en su cerrazón, confundir satélites con lavarropas y brindar, después, por la venta de limones a la gran potencia, que hoy, es mas potencia de exterminio que nunca. Y sabía de este presidente, del sur mas al sur, doblegado, ante aquel neoyorquino, una vez mas, como cuando perdió a manos de Trump en los 80, el proyecto inmobiliario Lincoln West, de Nueva York. Sabía de los planes de ajuste, de déficit cero, del método ortodoxo para combatir la inflación destruyendo el consumo y la exclusión, y la pobreza y la enfermedad que de ello proviene. Todo eso lo sabía, y desde mi lugar lo escribí, lo milité y lo resistí, sin embargo, las elecciones de diciembre de 2015 promovieron como presidente a Mauricio Macri, ganó en segunda vuelta, por un punto porcentual al candidato del Frente Para La Victoria Daniel Scioli a quien voté. Seguí actuando en política, lo sigo y seguiré haciendo.

Siempre supe que tengo que estar al lado de las madres y abuelas de la plaza, situarme allí me despeja y desde allí obtengo mi visión del mundo. Madres y abuelas son la matriz factual de mi post teorización política, es el hecho a partir del cual se reafirman mis convicciones ideológicas que se devuelven en acto, se realizan. En doce años de gobierno Kirchnerista jamás fueron objeto de vituperio y si, fueron símbolo y homenaje permanente, tanto Cristina como Néstor tienen con las madres y abuelas de la plaza una interpelación permanente basada en el amor y en la confianza. Todo lo contrario pasa a partir de diciembre de 2015, “El curro de los Derechos Humanos” la puesta en duda sobre el número de los desaparecidos… todo un cuadro que fue inundando de sospecha aquella confianza fundada en valores desde los cuales parecía imposible retroceder. Con todo, las políticas de Derechos Humanos desplegadas por los gobiernos Kirchneristas parecían, en tanto que son ejemplo en el mundo, muy difíciles de hollar.

Las premisas Memoria, Verdad y Justicia me condujeron durante años en el confort seguro de los logros conseguidos, y ante las bravuconadas de los intolerantes que hoy conducen el Estado, mi respuesta, con la palabra escrita o hablada apelaban a una cierta confiabilidad en última instancia, en tribunales superiores de justicia. Me equivoqué.

La Corte Suprema de Justicia compuesta por dos de cinco cortesanos, según el paladar del Poder Ejecutivo que intentó nombrarlos por Decreto, fallido, pero después convalidado por el Poder Legislativo, abre las puertas literalmente a la libertad de genocidas de la dictadura, así Astiz o Etchecolatz podrían tramitar sus excarcelaciones y volver a verse compartiendo un café en el bar “La Paz” donde no hace mucho solía escuchar la voz de David Viñas.

Reconozco que la memoria se opone al recuerdo en tanto que es posible de compartir por eso se con-memora, memoria compartida, memoria colectiva de los pueblos, el recuerdo apela a un campo semántico algo distinto es mas individual y aquí es donde volví a errar, me bastó con la Memoria, Verdad y Justicia, repito me tranquiliza pero no es suficiente. Sobrevivir a la dictadura y encontrarme en la situación de tratar de escribir esto, de decir esto, me hace doblemente responsable no fui capaz de profundizar, de reiterar, debí seguir escribiendo contra las bestias, así los llamaba. La presente destrucción de Derechos Humanos, reconstruidos en los años del Kirchnerismo, nos pone en peligro. José Saramago decía “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia” y estoy de acuerdo y nunca me aparté de ello es un símbolo de nuestro proyecto político. Pero no es todo. A mi me resulta mas tolerable la Memoria, el Recuerdo me enfrenta a mi propia cobardía. Debo alertar que hay que transmitir una Memoria que contenga Recuerdo que condense un saber y un sentimiento, la parte de Recuerdo contenida en la Memoria que mas nos duele. Así, seguramente, va a hacer mas difícil que la Verdad se malverse en postverdad y la Justicia se haga cada vez mas kafkiana. Ni olvido, ni perdón.





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