Ágoraa diario la arena política

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Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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lunes, 22 de agosto de 2016

Avances y retrocesos

opinión. Agora...a diario 22/08/2016

Maximiliano Basilio Cladakis

   Durante el homenaje a Hugo Chávez realizado en el Instituto Patria hace unas semanas, Cristina dijo que en la historia hay avances y retrocesos, por lo que el sentido de la historia no debe ser pensado de manera lineal. Las palabras de la ex- Jefa de Estado se entretejen en una profunda reflexión donde la comprensión de la historia se articula con la comprensión acerca del sentido de  la praxis política en un periodo histórico determinado.  Sin lugar a dudas, la historia del campo popular implica un entrecruzamiento de avances y retrocesos que no obedecen a leyes rígidas, estáticas, intemporales. En la oposición nodal a partir del cual se constituye el devenir de la Argentina en particular, y el de Latinoamérica en general, entre, por un lado, un proyecto nacional, popular, inclusivo y libertario y, por otro, el proyecto de dominación de las elites locales y de los centros de poder transnacionales ha habido, tanto para uno como para otro, momentos de avances y de retrocesos.

   Nuestro país y la región se encuentran atravesando hoy un momento de avance de los poderes concentrados de la riqueza lo que, sin lugar a dudas, significa un retroceso para las fuerzas populares. Durante la primera década del siglo XXI se trataba de lo contrario. Sin embargo, en la Argentina, la llegada a la Presidencia de la Nación de Maurició Macri representó un momento bisagra para, lo que en términos de Marx, podríamos llamar el Partido del Orden. El triunfo electoral de la Alianza Cambiemos fue más que un acontecimiento comprensible en términos político-burocrático. Se trató del paso a la ofensiva de un determinado bloque político-económico-comunicacional. Mucho de lo construido en los últimos doce años a favor de las grandes mayorías populares fue barrido en tan sólo unos meses.

   Sin embargo, como dijo hace unos días Máximo Kirchner, no hay derrotas absolutas  ni victorias absolutas. En este sentido, es importante remarcar que tanto el pesismismo como cierto optimismo ingenuo a la hora de pensar la historia se reconfiguran en actitudes existenciales-políticas igual de conservadoras. La negación de los avances conlleva de la llamada anti-política. Si se concibe la historia como una mera serie de hechos donde en verdad” todo da igual, se incurre casi necesariamente en una posición de “alma bella”, de refugio interno, de no compromiso (un no compromiso que es,  en verdad, un compromiso, por inercia, con los poderes establecidos). En el otro caso, la posición del optimismo ingenuo conlleva a una alianza tácita con los poderes concentrados en los momentos de retroceso del campo popular. La ingenuidad de afirmar tesis tales como “el que gana es que hizo las cosas bien”, como el excesivo pedido de “autocrítica” frente a la inminente derrota de un frente electoral nacional y popular, se sostienen en una visión lineal de la historia que no toma en cuenta una infinidad de factores que pueden hacer que un proyecto político de derecha gane una elección por vías democráticas. Así y todo, en la mayoría de los casos, se trata de una ingenuidad fingida para reacomodar los intereses particulares en el nuevo orden de cosas.


   En este aspecto, resulta fundamental comprender que existen las victorias y que existen las derrotas, que son posibilidades siempre latentes, pero que estas siempre son provisorias, no absolutas. En los momentos de retroceso, la tarea de las fuerzas que componen el campo popular es el de resistir los embates de la derecha para volver a proyectar sus futuros a avances a partir de la constitución de nuevas mayorías.



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