Verónica
"Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos. Era la época de la sabiduría, era la época de la estupidez"
Se cierra el libro evocando aquella época, la vista alrededor. No, no se puede asimilar.
La desesperanza carcome la bronca, la furia se dispersa ante la tristeza.
Ya no hay futuro del cual participar. No de aquel futuro que hace cien días se sentía en los pies y vislumbraba en el horizonte.
Huésped de una sociedad que no es propia, que no siente como propia.
Una sociedad a veces sádica ante "el otro" que no es sino "uno mismo".
El hoy se sucede en infinitos cien días, de pasado sepultando al futuro.
Deambulan cuerpos, almas con ojos vidriosos. No hay hacia adónde huir.
La tierra prometida se desplomó en cien días, sólo cien días.
" El luto seda el alma".
Es tiempo de despertar y recuperar el futuro.
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