Ágoraa diario la arena política

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Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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sábado, 6 de febrero de 2016

Daño colateral (el eufemismo de moda)

 Agora...a diario 06/02/2016
opinión.

Carlos Juan Bianchi

 Esta frase acuñada últimamente desde el vigente poder a nivel mundial, pretende justificar las tropelías cometidas en sus distintas versiones contra toda la humanidad.
La frase manifiesta un notorio cinismo e innegable crueldad.
La pretensión supongo, es justificar los inmensos perjuicios provocados en función de un engañoso bien logrado a cambio.

Vayan algunos pocos y patéticos ejemplos:

Hiroshima y la primera bomba atómica, 180000 muertos civiles y daños por irradiación nuclear a muchos más.

 Daño colateral

La invasión a Irak y Afganistán, ambos países fueron devastados, con cientos de miles de muertos, destrucción edilicia indiscriminada e instalación de gobiernos títeres que se someterán a los mandatos de los invasores a espaldas de sus propios pueblos.

Daño colateral

Invasión a Libia perpetrada por EEUU y Francia, se arrasó con el gobierno y se sometió al pueblo a una destrucción y anarquía generalizada:

Daño colateral

Guerra en Siria, en tres años 250000 muertos civiles, hambre, carencia sanitaria, emigración en masa.

       Daño colateral

Un niño de tres años aparece muerto en las arenas de la playa del mar Egeo, era un emigrante, como sus padres y hermano, también muertos, la conmovedora foto del niño en brazos de un policía, recorrió el mundo:

      Daño colateral

Francia retira avergonzada sus tropas de Mali y República Centroafricana, en consecuencia de   los abusos sexuales cometidos por sus militares a niños de entre 5 y 14 de ambos sexos a cambio de comida:

Daño colateral

Un compilado desde luego incompleto y final:

Matanzas indiscriminadas cometidas por y contra el EI, persecución a los hermanos musulmanes en Egipto, sometimiento del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania, muertes y trata de personas en África, hambrunas y elevada mortalidad infantil en distintos continentes, Monsanto sigue envenenando gente, a las multinacionales farmacéuticas les interesa el negocio y no la salud, nepotismo indiscriminado en los gobiernos, connivencia entre policías, narcotraficantes y delincuentes en todas partes, aumento en la tasa de suicidios entre los “marines” que regresan a EEUU luego de haber emancipado a pueblos enteros, en Davos los dueños del mundo escriben el relato que debe suplir a la realidad, en el poder de la ultraderecha los bancos mandan, los medios de comunicación responden a sus acaudalados y ultraderechistas dueños,

Por aquí, luego de haber tolerado una dictadura, de haber sufrido la desaparición de treinta mil argentinos, la sustracción de bebés, hoy soportamos un nuevo gobierno de ultra derecha que pretende hacernos creer que la desocupación, el desmantelamiento de nuestra insipiente industria nacional y el empobrecimiento de la mayoría de la población  es el  Daño colateral que pagaremos por recibir los halagos del FMI que se quedará finalmente con lo que resta de la soberanía nacional.

En 1934, Enrique Santos Discépolo escribía “Cambalache”, en uno de los lúcidos renglones del tango dice: “Pero que el siglo 20 es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue”.

Mucho tiempo atrás, Plauto, en el año 200 AC acuñó una locución latina: “Homo homini lupus” 
De uso actual que significa ‘el hombre es el lobo del hombre’ o ‘el hombre es un lobo para el hombre’.

Bueno, basta de pálidas, no quisiera desalentar al imaginario lector de este ejercicio en la búsqueda de una respuesta significativa frente a la cruda realidad, en su ayuda le acerco un escrito que en lo personal me ha ayudado e iluminado en la búsqueda de esa respuesta.

“el infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquél que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.”

Del libro: “Las ciudades invisibles” de Italo Calvino. 1923.1985

Si al improbable lector le resultara meritorio el  escrito, me gustaría que nos conociéramos

Chau.


CJB.

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