opinión.
Carlos Juan Bianchi
Esta frase acuñada últimamente
desde el vigente poder a nivel mundial, pretende justificar las tropelías
cometidas en sus distintas versiones contra toda la humanidad.
La frase manifiesta
un notorio cinismo e innegable crueldad.
La pretensión
supongo, es justificar los inmensos perjuicios provocados en función de un
engañoso bien logrado a cambio.
Vayan algunos pocos
y patéticos ejemplos:
Hiroshima y la
primera bomba atómica, 180000 muertos civiles y daños por irradiación nuclear a
muchos más.
Daño
colateral
La invasión a Irak
y Afganistán, ambos países fueron devastados, con cientos de miles de muertos,
destrucción edilicia indiscriminada e instalación de gobiernos títeres que se
someterán a los mandatos de los invasores a espaldas de sus propios pueblos.
Daño colateral
Invasión a Libia
perpetrada por EEUU y Francia, se arrasó con el gobierno y se sometió al pueblo
a una destrucción y anarquía generalizada:
Daño colateral
Guerra en Siria, en
tres años 250000 muertos civiles, hambre, carencia sanitaria, emigración en
masa.
Daño colateral
Un niño de tres
años aparece muerto en las arenas de la playa del mar Egeo, era un emigrante,
como sus padres y hermano, también muertos, la conmovedora foto del niño en
brazos de un policía, recorrió el mundo:
Daño colateral
Francia retira
avergonzada sus tropas de Mali y República Centroafricana, en consecuencia
de los abusos sexuales cometidos por
sus militares a niños de entre 5 y 14 de ambos sexos a cambio de comida:
Daño colateral
Un compilado desde
luego incompleto y final:
Matanzas
indiscriminadas cometidas por y contra el EI, persecución a los hermanos
musulmanes en Egipto, sometimiento del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania,
muertes y trata de personas en África, hambrunas y elevada mortalidad infantil
en distintos continentes, Monsanto sigue envenenando gente, a las
multinacionales farmacéuticas les interesa el negocio y no la salud, nepotismo
indiscriminado en los gobiernos, connivencia entre policías, narcotraficantes y
delincuentes en todas partes, aumento en la tasa de suicidios entre los
“marines” que regresan a EEUU luego de haber emancipado a pueblos enteros, en
Davos los dueños del mundo escriben el relato que debe suplir a la realidad, en
el poder de la ultraderecha los bancos mandan, los medios de comunicación
responden a sus acaudalados y ultraderechistas dueños,
Por aquí, luego de
haber tolerado una dictadura, de haber sufrido la desaparición de treinta mil
argentinos, la sustracción de bebés, hoy soportamos un nuevo gobierno de ultra
derecha que pretende hacernos creer que la desocupación, el desmantelamiento de
nuestra insipiente industria nacional y el empobrecimiento de la mayoría de
la población es el Daño
colateral que pagaremos por recibir los halagos del FMI que se quedará
finalmente con lo que resta de la soberanía nacional.
En 1934, Enrique
Santos Discépolo escribía “Cambalache”, en uno de los lúcidos renglones del
tango dice: “Pero que el siglo 20 es un despliegue de maldad insolente ya no
hay quien lo niegue”.
Mucho tiempo atrás, Plauto, en
el año 200 AC acuñó una locución latina: “Homo homini lupus”
De uso actual que significa ‘el hombre es el lobo del hombre’
o ‘el hombre es un lobo para el hombre’.
Bueno, basta de pálidas, no quisiera desalentar al imaginario
lector de este ejercicio en la búsqueda de una respuesta significativa frente a
la cruda realidad, en su ayuda le acerco un escrito que en lo personal me ha
ayudado e iluminado en la búsqueda de esa respuesta.
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