Edgardo Pablo Bergna
Maximiliano Basilio Cladakis
La
tragedia neoliberal de los noventa incluyó sustitución de productos
nacionales por el ingreso descontrolado de productos importados, lo que
ocasionó el cierre de la industria local, desempleo de dos dígitos, fin
de la soberanía monetaria, endeudamiento odioso, indultos a criminales de lesa
humanidad y un Estado débil en todo lo relativo a su deber de protección
social, pero muy fuerte para proteger los intereses de elites concentradas.
Fue
verdaderamente una tragedia. Con todo, hay lugar para hacer una pausa y
recordar como C. Menem, uno de los amanuenses, escriba contratado por la
derecha más concentrada y presidente
electo democráticamente, pero que gobernó a favor de la oligarquía y la dictadura
cívico-militar iniciada en 1976, haciendo gala de (no olvidemos lo trágico de
lo descripto arribade un pensamiento desiderativo, casi exquisito, cuando el
nefasto personaje describía con liviana ingenuidad la manera de viajar a la estratosfera,
esperar el país que uno quisiera y, aprovechando que la tierra gira, desde allí lanzarse como de un paracaídas.
Realismo mágico de gran factura la del príncipe de Anillaco.
La
gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires M. E. Vidal a través de su
inconsciente expresó “Hoy cambiamos futuro por pasado” y … ¿como no
volver al pasado sino en la versión de farsa como lo plantea Marx en El dieciocho brumario y haciendo el ridículo agregamos nosotros? En
los últimos días de la campaña el ingeniero Macri (¿sera ingeniero naval?)
prometió entre otras cosas un puerto para Santiago del Estero.
Uno se
pregunta donde, de qué lado está la
ignorancia. Cuando se escucha a Prat Gay candidato a algún Ministerio, si Macri
llegara a la presidencia, balbucear viscosamente, con tono temerario su temor a
que en 2020 llegará un presidente de
Santiago del Estero.
(Pensará el candidato que a reclamar el puerto que
prometió su jefe).
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