Ágoraa diario la arena política

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Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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domingo, 14 de julio de 2013

Editorial del programa Con las Venas Abiertas emitido el 12 de julio

opinión. Agora...a diario 14/07/2013




Edgardo Pablo Bergna





    El 9 de julio se firmó el acta de declaración. San Miguel de Tucumán 1816. La opresión de la monarquía española fue cediendo a la acción de nuestros revolucionarios, paridos a la luz de los hechos de mayo de 1810. El colonialismo europeo fijaba su mirada en un área proveedora de materia prima. Sin embargo, más adelante, algunos argentinos, en 1845, se las ofrecían, animando a las potencias extranjeras a invadir Buenos Aires. Domingo Faustino Sarmiento llamaba “tiranuelo ignorante que ha puesto una barra al río”[1] al referirse a Rosas, por la valiente resistencia a la invasión anglofrancesa, uno de los acontecimientos que delinearía la soberanía de nuestra Nación.

   La diferencia entre personajes como el autor del Facundo y Juan Manuel de Rosas es la diferencia entre “civilización” y “barbarie”, y, aunque suene fuerte, la diferencia entre un mero modelo económico de acumulación capitalista (civilización) y un proyecto político que, con sus complejidades, contradicciones y tensiones, tiende a la redistribución de la riqueza (barbarie).

  Con todo, si tiene sentido el 9 de julio de 1916 lo tiene en virtud de lo que podamos hacer y pensar, actualizando esos hechos a la luz de los acontecimientos presentes. Si la firma del acta de independencia en Tucumán tiene algún valor, la tiene sólo si reaccionamos con fuerza, denunciando toda vez que podamos, como en este caso, al intendente de Tigre, Sergio Massa, por sus visitas a la Embajada de Estados Unidos, horadando a un gobierno al que pertenecía y asociándolo a él y a todos sus aliados actuales (desde el Grupo Clarín hasta a dicha embajada) como responsables vernáculos, culposos, de los actos de espionaje denunciados en estos días, perpetrados por Estados Unidos en muchos países, incluida la Argentina..

   Uno de los rasgos más frecuentes de la civilización es la traición, los datos que circulan en voz baja, el secreto, la acción sorpresiva, el “verte pero que no me veas”. Los bárbaros, en cambio, andamos a la luz y, lo que es, se ve. Evo Morales, Presidente de Bolivia, fue sorprendido, se puso en riesgo su vida, su pequeño avión fue llevado al límite de la seguridad aeronaval. Los países europeos, centrales, los civilizados tenían información. Evo no la tenía, Evo era el bárbaro.

  Hoy 12 de julio es el día de la confraternidad boliviana-argentina, y ahí estaremos los pueblos bárbaros. Habrá música, estará León Gieco, Tristan Bauer. Nuestra Presidenta fue la primera en dar apoyo al presidente de Bolivia. Allí estará también el ensordecedor silencio, la deslumbrante ausencia de la oposición política argentina, representando a la civilización, atildada, algo temerosa, eso sí, por la falta de cámaras de seguridad, de seguridad jurídica, por la falta de respeto a las instituciones.

    Con los bárbaros estará, a su manera, la Juana Azurduy. Hoy es su natalicio.

   Ah… y la Negra… Mercedes Sosa que nació un 9 de julio en Tucumán.





[1] Sarmiento, D.F., Facundo, Hyspamerica, Buenos Aires, p. 274.


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