Por
diferencias éticas, políticas e ideológicas con la radio Sol de Octubre y
con el resto del staff no formamos más parte del programa,
no tenemos vínculo alguno, ni con él ni con la radio. La radio Sol de
Octubre está vinculada a la municipalidad
de San Martín. Edgardo y yo, ni bien supimos del pase del Intendente
Katopodis al Frente Renovador conducido por Sergio Massa, dijimos, al
aire, que se trató de una traición a la voluntad popular que lo ungió
para el cargo que hoy detenta a partir del hecho de que él mismo se
presentaba como la opción más kirchnerista en San Martín. Durante dos
programas hicimos hincapie, Edgardo y yo, en este tema. El último
viernes, día que comenzó la campaña, nos dijeron (empleo la primera
persona del plural aunque justamente yo ese día no había ido a la radio
puesto que tenía que dar una charla sobre el 9 de julio en un Instituto
Terciario de Ciudadela) que "no podíamos hablar mal del actual
Intendente". A partir de este hecho, Edgardo decidió leer la
editorial que había llevado escrita (publicada en este sitio) y
retirarse. En cambio, el resto de los integrantes del staff se quedó
en la mesa haciendo el programa como si nada hubiese pasado. De ahora en
más, lo que ocurra con el programa no tiene ninguna relación con
nosotros. En este "nosotros", incluyo a Natalia Manzano, quien participó
en más de una ocasión del programa con sus columnas y, también,
difundiendo las grabaciones . Quienes nos conocen, sea personalmente,
sea por nuestros escritos, saben que no aceptamos los grises y que,
equivocados o no, las cosas son, para nosotros, blancas o negras.
Adherimos y apoyamos al kirchnerismo, por convicción y no por
oportunismo, nuestra palabra , escrita o hablada, jamás va a ser un
instrumento de la Restauración Conservadora que representan, en un mismo
plano, Macri, Massa y Katopodis. Asimismo, no vamos tampoco a
someternos a ningún tipo de censura. La historia de nuestro país nos
enseña que se comienza censurando una palabra, luego dos, luego tres, y
luego se censuran vidas enteras. Nuestra posición es y será la misma de
siempre: no negociamos con el opresor, no nos vendemos a él, no buscamos
conciliarnos.
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