Ágoraa diario la arena política

realidad en blanco y negro...

Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

**********************************************************************************************

lunes, 27 de febrero de 2017

Lo que está en juego

opinión. Agora...a diario 27/02/2017


Maximiliano Basilio Cladakis

   En sus cursos sobre la Fenomenlogía del Espíritu de Hegel, el filósofo ruso Alexandré Kojève decía que toda la dialéctica histórica se funda en la dialéctica entre Amos y Esclavos. El devenir histórico del hombre se encuentra, entonces, signado por la permanente oposición entre esas figuras que, en su universalidad, pueden dar cuenta de los conflictos que atraviesa cada época concreta. Es decir, se trata de figuras que, en su encarnación histórica, tornan comprensibles la relación colono-colonizado, burgués-proletario, incluido-excluido, etc.

  Sin lugar a dudas en la afirmación de Kojève, resuena la impactante sentencia que Marx pronunciara en el Manifiesto Comunista acerca de que “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. El conflicto se vuelve el motor originario de la historia, un conflicto descarnado, impiadoso que adquiere el carácter de, como decía Hegel, “una mesa de carniceros”. La historia de la humanidad, pensada desde ese horizonte conceptual, es una historia que no es completamente humana. El propio Kojève sostiene que no hay simplemente hombres sino que hay hombres Amos y hombres Esclavos. Lo que significa que la humanidad en sentido integral, aún no es.

   Los panoramas actuales de nuestro país, de la región y del mundo muestran claramente ese desgarro que atraviesa una humanidad no realizada. Presos políticos, transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados de la riqueza, aumento exponencial de la riqueza y aumento exponencia de la miseria, racismo, xenofobia, muros que se alzan en defensa de los opresores: desde el prometido por el actual Presidente de Estados Unidos, como los incontables muros contruidos por Israel, como, en lo micro, los muros de los barrios privados para defender a los acaudalados de los desposeídos. No hay seres humanos, hay humanos opresores y humanos oprimidos y entre ellos hay una guerra, a veces más silenciosa, a veces más estruendosa. El Papa habla de este momento como el de una tercera guerra mundial. Tiene razón.

    Y en esa guerra global cada uno de nosotros cumple un rol. Desde la posición en que nos hallemos, cada palabra, cada acto, cada gesto se circunscribe inevitablemente a ese marco universal. Jean Paul Sartre decía que se trata de elegir por las masas o contra las masas, por el hombre o contra el hombre. En efecto, elegir y elegirse por las masas de oprimidos de nuestro país, de nuestra región y del mundo es elegir y elegirse por la posibilidad de una humanidad integral. Y eso es lo que está en juego en este momento (como, probablemente, lo ha estado siempre) la posibilidad de una humanidad real, no cercenada, no atravesada por la sanguinaria marca de la opresión, puesto que hasta que no sea superada y eliminada la relación de la opresión seguiremos, y aquí retomamos nuevamente a Marx, en el reino de la necesidad, no en el de la libertad y nuestra historia será tan sólo la prehistoria de la humanidad. Una humanidad cuya realización integral depende absolutamente de nosotros.




No hay comentarios.: