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Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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jueves, 4 de junio de 2015

La avenida del medio. Los tránsfugas de la cofradía del santo consenso.

opinión. Agora...a diario 04/06/2015



 

Edgardo Pablo Bergna

 

   “Cambiar todo o dejar todo como está” es la afirmación que la derecha neoliberal utiliza para oponerse a un proyecto nacional-popular de izquierda. El PRO es lo contrario al Frente para la Victoria. La confrontación FPV-PRO disputa poder para utilizarlo a favor de intereses irreconciliables. Basta revisar, qué leyes, en su oportunidad, impulsaron, votaron y promulgaron o no, cada una de estas dos opciones políticas. Se habita una u otra opcion. Nunca las dos.

 

   Lo dialéctico (muy simplificado) es la aparición de un “momento” (dialéctico) en  contradicción con otro “momento”; esa contradicción produce la superación de esos dos momentos. Superar conservando rasgos y notas de los dos momentos contradictorios anteriores, que dan como resultado un nuevo momento; listo para entrar en contradicción con otro momento del mismo campo dialectico.

 

  Hay diferentes campos o ámbitos dialécticos. Pertenece al mismo campo, aquello que puede pensarse a sí mismo, y reconocerse a sí mismo, cuya realidad es consistente con su concepto, concepto que a su vez contiene su propia contradicción y que se supera. No hay contradicción entre distintos ámbitos dialecticos. Así como la teoría científica de los paradigmas son inconmensurables, los distintos campos dialécticos son contrarios. Irreconciliables, nunca contradictorios.

 

  En política se trata de superar las contradicciones que se producen en el mismo campo dialéctico. El campo dialéctico donde se despliega el concepto de lo político es la praxis, la acción política. Y la acción recae sobre una “substancia política” que interpela y es interpelada, y la acción cuando es política, beneficia a la mayoría o a una minoría, nunca a ambas. Si se trata de distribuir simétricamente el servicio de justicia, salud, educación se perjudicará a la minoría que considera a estos servicios como mercancías y están dispuestos a venderlos porque pueden comprarlos.

 

  El Kirchnerismo profundiza los cambios. Ésa es su propuesta, profundizar lo hecho es lo nuevo. No deja todo como está, ni cambia nada, profundiza-supera. Supera (profundiza) dialécticamente las políticas de emancipación económica y extensión de derechos, en una praxis de inclusión. El PRO por su parte, nos propone lo contrario, otro campo (dialectico) de lo político, otra teoría política, una praxis de la exclusión.

 

  La solución insensata propuesta por el Frente Renovador, por ejemplo, ha sido toda una “clase práctica” de filosofía política (si se me permite la contradicción). Ir por la “avenida del medio”, tomar un poquito de lo que hay, y agregar un poquito de lo nuevo, pertenecer e invitar a la  cofradía del santo consenso. Y tomar lo bueno de los opresores y lo bueno de los oprimidos, siempre, beneficia a los opresores. Discurso donde está velada la palabra “derecha”

 

  El Frente renovador y la mayoría de “la oposición” al formar alianzas entre (partidos políticos) conceptos ideológicamente antagónicos,  se colocan en situación de “tránsfuga” todo lo que es y fue en el Frente Renovador, para tomar un caso, está compuesto por tránsfugas. Condición que no cambia para sus dirigentes ni militantes, pues es una condición ontológica. Se es tránsfuga una vez. Y para siempre.

 

 


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