Ágoraa diario la arena política

realidad en blanco y negro...

Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

**********************************************************************************************

martes, 20 de noviembre de 2012

El 20N como complemento del 8N

opinión. Agora...a diario 20/11/2012




Maximiliano Basilio Cladakis

   El paro convocado por los sectores disidentes de la CGT y de la CTA ya pasó. Sobre sus consecuencias y sobre la forma en que alterará o no la realidad nacional, todavía es muy temprano para emitir un juicio. Sin embargo, lo que sí puede afirmarse, es que el paro perseguía una finalidad política clara: desgastar al Gobierno Nacional.

   Realizado a sólo doce días del 8N, el paro se presenta como el polo complementario del “cacerolazo”. Si los actores centrales de la anterior manifestación habían sido las clases medias y medias altas, el actor protagónico del paro no fue sino la “clase obrera”. O al menos esa es la idea que se busca instalar.

    La estrategia mediática-corporativa es, pues, simple: deslegitimar al gobierno que, hace poco más de un año, fue electo por más del 54 por ciento de los votos. Frente a la imposibilidad de articular una alternativa política que represente sus intereses, los poderes fácticos intentan mostrar un descontento generalizado que evidenciaría el cambio de humor de la sociedad en los últimos meses. A lo rizomático del 8N, la apelación a la organización sindical, no se presenta como su antítesis sino como su complemento. A los reclamos de la nebulosa y evanescente clase media se le sumarían los de un “proletariado organizado”. El Gobierno, por lo tanto, estaría fallando por todos lados.

   Tanto en un caso como en otro, prima la idea de una instancia “a-política” de los reclamos. Si bien en el caso del 8N, averiguar quiénes eran los organizadores implicaba un trabajo algo más arduo, en el caso del paro es explícito. Están los Barrionuevo, los Michelli, los Moyano, pero también los Buzzi, los Biolcatti y los Magnetto. La alianza entre estos sectores, a los que hay que sumar a esa izquierda que está siempre a la derecha, conforman una alianza  (sea táctica o estratégica) cuya finalidad última es retrotraernos, más allá de los discursos de algunos dirigentes, al paradigma liberal-conservador.

   Precisamente, a pesar de algunas enunciaciones aisladas acerca del trabajo precarizado, los reclamos estaban hegemonizados por cuestiones que atañen a un porcentaje mínimo de la población: como, por ejemplo, el impuesto a las ganancias. Y si tenemos en cuenta que la Federación Agraria también fue una de las organizaciones convocantes, se sabe que la cuestión de las retenciones se encuentra también presente.  Moyano y Buzzi, antiguos enemigos, se vuelven aliados en un mismo frente político-corporativo. 

   En el transcurso de este año, el Gobierno Nacional ha ido profundizando el proyecto iniciado en 2003. Dicho proyecto implica una transformación radical de la Argentina y esa transformación implica, a su vez, socavar intereses. Frente a este avance, los poderes fácticos intentan hacer uso de todos los instrumentos que tienen a su alcance. Hace dos semanas fueron los cacerolazos, hoy el paro y los piquetes.  Irónicamente, estos últimos acontecen en el Día de la Soberanía Nacional, cuando esos mismos poderes fueron los encargados de arremeter contra nuestra soberanía política, económica y cultural durante más de un siglo.
  







No hay comentarios.: