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Maximiliano Cladakis-Edgardo Bergna editores. Organo de opinión política de Atenea Buenos Aires. Radio Atenea y Agora Buenos Aires

Escriben: Leandro Pena Voogt-

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martes, 16 de octubre de 2012

Sobre el 17 de Octubre

opinión. Agora...a diario 16/10/2010





Maximiliano Basilio Cladakis

   Si el 17 de Octubre de 1945 debe ser considerado como la fecha de origen del peronismo es algo que aún hoy continua en debate. Sin embargo, de lo que no caben dudas es que la inmensa movilización popular acontecida en ese día significó la emergencia  en un primer plano de un sujeto colectivo que será un actor central de nuestra historia: el Pueblo Peronista. Parafraseando a Scalabrini Ortíz, el subsuelo ya estaba ahí, desde antes, pero fue ese 17 de Octubre cuando se sublevó y apareció en la Ciudad de las Luces, en la Atenas del Plata, en la Paris de América Latina, desplegando sus potencialidades frente a la mirada atónita del universo porteño.

   La emergencia de ese sujeto colectivo entrañó un punto de quiebre en el destino histórico de la Argentina. La manifestación de las masas populares a la Plaza de Mayo en pos de la libertad de Perón consolidó una identidad político-social que transfiguró la forma de comprender  e interpretar la historia nacional, nuestro lugar en el mundo y la imagen que el país (mejor dicho, ciertos sectores del país) tenía de sí mismo. El 17 de Octubre fue un acontecimiento histórico en su sentido más fuerte, es decir, se trató de una bisagra a partir de la cual la historia y su sentido no podrían ser ya lo mismo.

   En el artículo “La guerra tuvo lugar”, Merleau-Ponty habla de la forma en que la entrada de la historia pone en jaque las ideas y los valores vigentes. Efectivamente, el acontecimiento histórico vuelve carne lo pensado y sostenido de manera abstracta. En el caso del 17 de Octubre,  las posiciones de la izquierda tradicional, es decir, del Partido Socialista y del Partido Comunista, son ejemplos claros. Tanto unos como otros se sumaron a la interpretación que los sectores tradicionales habían hecho de la fecha con calificaciones despectivas de la cuales una de las más conocidas es la de “aluvión zoológico”. Bajo esa interpretación, los discursos progresistas, anticapitalistas y obreristas se hicieron “carne” en la alianza con los sectores más reaccionarios de la sociedad argentina y con la propia Embajada Estadounidense contra el peronismo surgente.

      Desde el idelogicismo abstracto de la izquierda tradicional, el actor de las jornadas históricas del 17 de Octubre no era el proletariado, sino otra cosa. Pensando desde los canónes sarmientinos de “civilización/barbarie”, el PS  y el PC comprendieron a las masas peronistas en gestación como la entrada de la irracionalidad en una historia que necesariamente debía ser racional. Por el contrario, desde el otro lado, es decir, desde el naciente peronismo, se lo comprendió como la manifestación de un movimiento, fundado principalmente en la clase obrera, que venía a dar cuenta de las realidades profundas de la Argentina, realidades ocultas tanto por intereses creados como por anteojeras ideológicas.

   Es incuestionable que el 17 de Octubre trastocó nuestra historia como acontecimiento que consolidó al que, tal vez, pueda ser considerado como el movimiento político más importante de la Argentina. Su significación y resignificación continúan hoy presentes en la discusión y praxis políticas. No es extraño que esto sea así, ya que el acontecimiento histórico interpela, no sólo al presente y al pasado, sino también al futuro. Y ese futuro es hoy nuestro presente.






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